En estos momentos, de calma previa a la tempestad, manejamos un gran nivel de tensión. Es mucho el sacrificio, mucho el esfuerzo personal invertido en la preparación de la Oposición, y no queremos arriesgar ni lo más mínimo, vamos a por todas. Primero estamos nosotros, después también nosotros, y al final el resto de la gente.
Pero muchas veces, debido a la sociedad tan competitiva en la que nos ha tocado vivir, llevamos la tensión al extremo. Vemos a otros opositores, ya sea compañeros de academia, compañeros de trabajo de los que sabemos que también se están preparando la oposición o campañeros de la facultad como rivales, como enemigos a los que no debemos proporcionar ni un mínimo de ayuda.
En cantidad de ocasiones he visto situaciones de competeción entre dos opositores que en mi opinión no conducen a nada. Conversaciones sobre el contenido de un tema concreto del temario, y un opositor que domina perfectamente el tema, le dice al compañero ante una pregunta que desconoce su contestación. O cuando alguien te pregunta por tal o cual material, de gran utilidad para la preparación, le contestas que lo desconoces, cuando realmente lo tienes perfectamente subrayado en tu casa.
Seguramente muchos de vosotros pensáis que esto es normal, lo que hay que hacer, que al fin y al cabo el exámen de una oposición es una competencia, de carácter eliminatorio, en la que cualquiera te puede quitar "tu plaza".
A mi la experiencia me ha demostrado dos cosas:
- La primera, que de los miles de opositores que se presentan, y de la gran cantidad de preguntas que sin duda te van a hacer en el proceso selectivo, que compartas tus conocimientos con un compañero no va a determinar que te "quite la plaza". Además, ya buscará la respuesta por otros medios, y posiblemente se prevenga contra tí por tu falta de colaboración.
- La segunda es que quien siembra recoge. Si conoces a alguien que se está preparando la misma oposición que tú, y entablais una relación de colaboración, previsiblemente vuestros conocimientos se puedan enriquecer con los conocimientos del otro, y seguramente podáis establecer una relación de colaboración, en la que los esfuerzos individuales de vosotros sean menores, gracias al trabajo en equipo, siempre que los dos aporteis y recibais en igual cuantía.
En las relaciones colaborativas, el todo es mayor que la suma de las partes.
A mí particularmente me ha ido bien con esta forma de proceder. Yo siempre he pensado que mi rival no eran el resto de opositores, sino yo mismo. Acceder a unos buenos apuntes no te garantiza el aprobado. Es más dificil conseguir tiempo, ganas y fuerzas para estudiar que comprar el temario o unos buenos apuntes.
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